La presciencia de Dios

29.10.2023

Palabras clave:

Presciencia: conocimiento de las cosas futuras.

Pronombre: palabras que reemplazan al sustantivo en una oración y evitan tener que mencionarlo directamente.


     El autor comienza este capítulo haciendo mención de que existen dos cosas, acerca de la presciencia de Dios que solemos ignorar, la primera es el significado del término y la segunda su alcance bíblico.

     Este tema es delicado, y es necesario que cada día podamos dedicar unas horas de estudio y oración para poder discernir aquello que la Biblia tiene a hablarnos realmente, sin dejarnos engañar por falta de conocimiento. Preguntar, cuestionar, leer, aprender, informarse, pensar, está al alcance de todos. Bien decía el Reformador Martín Lutero "El pensamiento está libre de impuestos".

     En nuestros días (como ya ha pasado antes) es triste ver como algunos que se autodenominan conocedores de la Biblia, utilizan algunos términos e incluso versículos para crear sus propias doctrinas torcidas de todo ámbito de la Palabra del Señor. En este caso, usan esta verdad indebidamente desacreditando la soberanía absoluta de Dios en la salvación de nosotros pecadores.

     Cuando hablamos de predestinación, creemos que Dios nos predestinó para la salvación. Algunos falsos maestros, interpretan esta verdad bíblica como siendo ellos los capaces de decidir si ser salvos o no, ya sea por sus buenas obras para con otros o por "su correcta forma de ser" creyéndose más dóciles que otros, y que ésto, haría con que respondieran más prontamente a los esfuerzos del Espíritu, y que debido a que Dios sabía que creerían. Él, en consecuencia, los predestinó a ser salvos. Pero ésto, es totalmente erróneo. Porque estas afirmaciones, repudian la verdad de nuestra depravación total, ya que, nos atribuyen alguna especie de bondad o de merecimiento de la salvación. Ésto también, le quita a Dios su independencia, ya que, hace que sus decretos descansen en lo que Él descubre en la criatura.            Sin dudas, estas afirmación trastornan la verdad bíblica completamente, ya que, decir que Dios previó que ciertos pecadores creerían en Cristo, y que, en consecuencia, Él los predestinó para salvación, es lo contrario a lo que nos dice su Santa Palabra.

     La Escritura nos afirma que Dios, en su absoluta soberanía, nos escogió para ser salvos (2 Tesalonicenses 2:13 y 14) "Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, 14 a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo." Por lo tanto, determinó conferirles el don de la fe. Los falsos maestros nos hacen creer que nuestra fe es la causa de nuestra salvación, siendo ésto erróneo, ya que la elección de Dios es la causa y nuestra fe en Cristo el efecto.

     Para lograr entender mejor este tema, es necesario definir de qué venimos hablando a lo largo de estos párrafos. ¿Qué es la presciencia? Según la RAE, la presciencia significa conocimiento de las cosas futuras. Ésta, sería la pronta respuesta del diccionario y de la mayoría de las personas. No obstante, no debemos juzgar precipitadamente, ni tampoco aceptar como inapelable la definición que nos dicta el diccionario, ya que ésto, no es una cuestión de etimología del término empleado.

     El uso que el Espíritu Santo hace de una expresión define siempre su significado y alcance. Las confusiones tienen su origen en dejar de aplicar esta regla tan sencilla.

     Para entender mejor lo que el autor desea explicar, utiliza la palabra "carne". Si leemos a simple vista, su significado parece ser obvio y por lo tanto, no buscamos indagar más. No obstante, este término en la Escritura, incluye mucho más que referirnos al cuerpo físico. Ésto sabemos, por medio de la comparación diligente de cada caso, y el estudio de cada contexto de forma individual, sólo así, podemos estar convencidos de saber todo lo que el término abarca.

     La palabra "mundo" también posee su singularidad, cuando leemos la Biblia y nos encontramos con este término, solemos asociarlo a la raza humana, y a consecuencia, muchas veces interpretamos equivocadamente lo que quiere decir la Palabra.

     Al leer las Escrituras y encontrarnos con los términos "inmortalidad"y "mortal"nunca se aplican al alma, sino al cuerpo. Cuando de la Palabra Santa del Señor se trata, es un error dar por sentado algo sin antes comprobarlo.

Estos términos citados (carne, mundo e inmortalidad) son solo otros ejemplos, de igual fuerza, que dar por conocidos los términos "conocer" y "preconocer".

     La palabra preconocimiento no se halla en el Antiguo Testamento, pero si se da frecuentemente el término "conocer". Cuando este término es usado en relación con Dios, significa, a menudo mirar con favor. Denotando un afecto por el objeto mirado. "Te he conocido por tu nombre" (Éxodo 33:17). "Rebeldes habéis sido a Jehová desde el día que yo os conozco" (Deuteronomio 9:24). "Antes que te formase en el vientre te conocí (Jeremías 1:5). "A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra" (Amós 3:2). En estos pasajes citados, "Conocer" significa amar o designar.

     En el Nuevo Testamento, se usa frecuentemente la palabra "conocer" con el mismo significado que en el Antiguo Testamento. "Y entonces les protestaré: Nunca os conocí" (Mateo 7:23). "Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen" (Juan 10:14). "Más si alguno ama a Dios, el tal es conocido de Él" (1 Corintios 8:3). "Conoce el Señor a los que son suyos" (1 Timoteo 2:19).

      Cuando nos referimos al término "preconocer" o "presciencia" en el Nuevo Testamento, nos daremos cuenta que es menos ambiguo que en su simple forma "conocer". Este término nunca es usado en la Escritura haciendo referencia a sucesos o acciones, sino que siempre se refiere a personas. Ya que, Dios "conoció por anticipado" a las personas, no a sus acciones. Hechos 2:23 nos dice "...entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole". Si prestamos atención en este versículo, nos damos cuenta que Paulo no está hablando del conocimiento anticipado de Dios del acto de la crucifixión, sino de la Persona crucificada: "éste, entregado por".

     En Romanos 8:28-30 nos dice la Biblia "Porque a los que antes conoció, también predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que Él sea primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a éstos también llamó.." El pronombre que se usa aquí no es lo que, sino los que (antes conoció). No nos muestra la sumisión de la voluntad, ni fe del corazón, sino que muestra a las personas mismas. "No ha desechado Dios a su pueblo, al cual antes conoció" (Romanos 11:2) Una vez más vemos, como hace referencia a las personas solamente.
    La última cita en 1 Pedro 1:2 nos dice: "Elegidos según la presciencia de Dios Padre" Entonces, ¿Quiénes son los elegidos según la presciencia de Dios Padre?, el versículo anterior nos responde esta pregunta: los "extranjeros esparcidos", como vemos, aquí también hace referencia a personas y no a hechos previstos.

     Luego de analizar estos pasajes, ¿Qué base bíblica tenemos para decir que Dios "previó" los hechos de algunos, a saber, su "arrepentimiento y fe" y que, a causa de los mismos, los eligió para salvación? ABSOLUTAMENTE NINGUNA. La Palabra de Dios jamás habla del arrepentimiento o la fe como algo previsto o preconocido por Dios. Es evidente que Dios conocía desde antes de la fundación del mundo que algunos se arrepentirían y creerían, aun así, la Escritura no se refiere a esto como objeto de la "presciencia" de Dios. . El término entonces, hace referencia a Dios preconociendo a personas.

     La única verdad es que Dios preconoce porque ha elegido. Ésta frase elimina la base o causa de la elección como un acto de la criatura y la coloca únicamente en la soberana voluntad de Dios. El Señor se propuso a elegir a algunas personas, no por su bondad o sus buenas obras, sino solamente a causa de su pura buena voluntad, porque así Él lo quiso, quizás nunca sabremos el verdadero motivo de su elección, ¿Alguna vez te has preguntado, por qué a mi, Señor? ¿Por qué me elegiste a mi? Y simplemente no encuentras respuestas y solo resta darle Gloria, y agradecerle su infinita misericordia.

      En Romanos 8:29 nos dice que, Dios antes de la fundación del mundo, separó ciertos pecadores y los escogió para salvación. (2 Tesalonicenses 2:13) "Los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo". Él no predestinó a quellos que Él prevía que "eran hechos conformes…" sino que, predestinó a los que "antes conoció" es decir, a los que antes amó y eligió, para que así, fuesen hechos conformes.

      Dios no nos eligió porque viera que creeríamos, por la sencilla razón y suficiente, de que ningún pecador cree hasta que Dios le da fe. Pues, estábamos muertos en nuestros delitos y pecados, "Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire…"         Efesios 2:1-7. Pues, estando muertos ¿Cómo podríamos tomar la acción de "creer" en Dios. Un muerto no puede hacerlo. "Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús…" (Ef. 2:1-7). Entonces, al escogernos, Dios nos ha dado el don de fe, es Él el que decide salvarnos y no nosotros salvarnos en Él "8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe." (Efesios 8:-9). La Palabra es clara al enseñarnos que creer en el Señor no es un acto meritorio, sino que por gracia hemos creído. Ahora bien, ¿Qué es la gracia? es un favor inmerecido, un regalo, algo a lo que no tenemos derecho alguno. En nosotros no hay nada que amerite salvación, nuestro mérito no es la causa ni la base que movió a Dios a salvarnos, esa elección no procede de nada que haya en nosotros, sino que es fruto únicamente de su propia, pura y soberana voluntad. "Un remanente elegido por gracia" (Romanos 11:5).

      "Si algún hombre atribuye una parte de la salvación al libre albedrío del hombre, aunque sea lo más mínimo, no sabe absolutamente nada acerca de la gracia, y no tiene el debido conocimiento de Jesucristo." Martín Lutero.

     En conclusión, es necesario que podamos conocer a profundidad las Escrituras, no dejarnos engañar por palabrerios y falsas doctrinas sin fundamentos.
      Dios no solamente conoció el final desde el inicio, sino que planeó, fijó y predestinó todo desde el inicio. En el Salmo 139:13 la Biblia nos dice "Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre" Dios nos conoce mucho antes de nuestra propia existencia y nos dio nombre, ¿No es suficientemente poderoso para darnos salvación? ¿Para elegirnos? Claro que sí, porque nosotros sin Dios no somos nada, pero Él sin nosotros, sigue siendo Dios.

Lo que nos resta, es reconocer que toda la gloria y la alabanza le pertenecen sólo a Él.

Libro: A.W. Pink

Isabel Lima

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